20 agosto

Dalle diverse parti del mondo arrivano al Papa Francesco espressioni di profonda vicinanza e preghiera, per la scomparsa, ieri 19 agosto, in Argentina, dei suoi tre familiari, a causa di un terribile incidente stradale. Si tratta della moglie e dei due figlioletti del nipote del Pontefice, Emanuel Horacio Bergoglio, 35 anni, ricoverato in gravissime condizioni.

Il Papa, appresa la notizia, ha chiesto a tutti coloro che partecipano al suo dolore di unirsi a lui nella preghiera, e oggi, al termine dell’Udienza generale ha ringraziato tutti con queste parole: “Anche ringrazio voi, le preghiere, le condoglianze, per quello che è accaduto nella mia famiglia. Anche il Papa ha una famiglia e noi eravamo cinque fratelli, ho sedici nipoti e uno di questi nipoti ha avuto un incidente stradale: è morta la moglie, i due figli piccoli di due anni e pochi mesi l’altro, e lui in questo momento è in stato critico. Ma vi ringrazio tanto, tanto, delle condoglianze e della preghiera”.

La Superiora generale Madre Maria Mabel Spagnuolo ha inviato, a nome delle Piccole Suore Missionarie della Carità, le condoglianze e ha assicurato preghiere e vicinanza spirituale al Papa e alla sua famiglia in questo momento di sofferenza.

Querido Papa Francisco,

Las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad (Don Orione) queremos hacerle llegar, en este momento de gran dolor, para Ud. y para su familia, ante todo nuestra oración, especialmente la de nuestras Hermanas más ancianas y enfermas, nuestra filial y afectuosa cercanía y nuestro sostén.

En todas nuestras comunidades, desde Europa a América latina, desde Asia hasta el África, se ofrecen oraciones y sacrificios por sus intenciones y por las de su familia.

Sabemos en la fe que nuestro destino es el Cielo, pero los vínculos humanos no pueden ser indiferentes ante la partida de quienes amamos, sobre todo en tan trágicas e inesperadas circunstancias.

Querido Santo Padre, que la Virgen Santa, sea su consuelo en este momento de aflixión. Ella colme su corazón y el de su familia, de la esperanza y la fuerza que pueden venir únicamente de su Hijo Jesús, muerto y resucitado, hasta que llegue el día del reencuentro definitivo junto al Padre del cielo.

Con afecto filial, compartiendo sus sentimiento, lo abrazamos con la oración y confiamos el alma de Valeria y de sus pequeños Antonio y qp8qsé, a la misericordia y ternura de Dios, mientras seguimos pidiendo por la vida de Emanuel.

Sus devotísimas hijas en el Señor:

 Madre M. Mabel Spagnuolo,

Superiora general 

y todas las Hermanas de Don Orione